domingo, 23 de septiembre de 2012

Mi mar...

No hay duda que lo describe como siempre lo he sentido...
No hay duda que existe entre "mi mar" y yo algo que no esta aún escrito... pero esto se asemeja...
No hay duda que es el lugar que más siento y más me acuna...
No hay duda que me encanta su mirada infinita al igual que la "tuya"...


"mimar, el mar"

El mar, 
ese que me seduce, 
infinitamente 
al contemplarlo, 
tiene algo de niño, 
tiene algo de adulto 
que me incita a brindarle 
en palabras mi culto... 



Tiene algo de llanto,
tiene algo de risa 
de vientos huracanados 
y de una suave brisa... 



Me sugiere pasiones,
de amor desenfrenado 
y a la vez amarguras 
de tiempos ya olvidados... 





El mar... 
Tiene una historia en las olas,
de los marinos de antaño, 
tiene valor de piratas 
y aventuras de corsarios... 





Tiene adioses repentinos, 
y reencuentro en la mirada
como la ola, que va y viene 
llevándose los recuerdos 
trayéndome una esperanza... 





El mar, en su infinidad 
es canto, prosa y poesía
cuando enfurece en la noche 
y cuando calma en el día... 





Es atardecer sombrío, 
es albergar ilusiones
es imaginar tu rumbo 
por cielos, constelaciones 
tan diferente del mío 
que navega, allá, distante 
y detenerme un instante 
sonreírme de repente 
al pensar... 
que el mar y el cielo 
se unen, 
en el lejano horizonte... 


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